Una rica gastronomía puramente mediterránea en torno a los productos de su fértil huerta, pescados, mariscos, arroces y una buena comunicación vial refuerzan los atractivos de Orihuela, que cuenta además con una importante oferta de restauración donde el turista podrá disfrutar de suculentos platos y recuperar fuerzas para las múltiples actividades que ofrece la ciudad.
Los productos de la tierra y del mar cocinados a fuego lento se han hecho arte y cultura en los fogones de nuestras abuelas, pasando a formar parte de nuestra cocina más tradicional, como el cocido con pelotas, arroz de los tres puñaos, arroz con verduras, con conejo, en costra y un largo etc. Son típicos los salazones de la zona y hay que destacar la calidad de los embutidos. No podemos olvidar que la repostería artesanal local guarda celosamente en sus conventos de clausura un legado de origen árabe, que no dejará indiferente al visitante: zamarras, chatos, pasteles de gloria, almojábanas, tarta de Santa Clara... etc.
El mes de julio en Orihuela destaca por la celebración de Las Fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Nacional en 2017, que año tras año, en torno al 17 de julio, llena de color, esplendor y majestuosidad las calles de la ciudad, sin dejar indiferente a nadie, con su ceremoniosa exaltación de la fiesta, sus solemnes desfiles, la guerrilla de pólvora o los actos programados en relación a la Gloriosa Enseña del Oriol.
La Fiesta de Moros y Cristianos también es celebrada con otros actos, como la ofrenda floral, en la que todos los comparsistas, ataviados de su traje de media gala, ofrecen flores a las co-patronas de la ciudad, las Santas Justa y Rufina; el desfile infantil, donde las nuevas generaciones se responsabilizan de desfilar con la solemnidad y majestuosidad que la edad les permite; la gran retreta festera, donde el humor, la ironía y los disfraces toman las calles en un desfile multicolor hasta la Entrada Mora y la Entrada Cristiana, que cada año sorprenden a los espectadores, con sus sublimes puestas en escena, sus fastuosas carrozas, sus soberbias danzas y sus regias y aplaudidas filas.
En definitiva, la Reconquista Oriolana es la celebración de un importante hito en la historia de la ciudad de Orihuela, pero también es una fiesta alegre, divertida y animada,en la que todo el que la visita puede deleitarse con los soberbios desfiles y disfrutar después de las orquestas y bailes organizados por las diferentes cabilas y cuarteles. Revivir la historia, conocer la leyenda y sentir la fiesta, sólo pasa en Orihuela.
Por otro lado, la Semana Santa de Orihuela es una de las manifestaciones religioso-culturales más relevantes de España. Fue declarada de Interés Turístico Internacional en 2010, y cuenta con una serie peculiaridades que la hacen única en el mundo. Ejemplo de ello son las tradiciones que hoy, desde siglos, todavía perduran.
Es, en definitiva, la Semana Santa de Orihuela, una experiencia única. La experiencia visual de los brillantes colores de las vestas de los nazarenos, de los espectaculares tronos o de los atardeceres desde el seminario; el aroma a incienso, la experiencia del sonido de las trompetas “gemelas” durante el día o del Canto de la Pasión por las noches. Pero también la experiencia que supone contemplar las extraordinarias obras del gran escultor Francisco de Salzillo, entre otras muchas. Su realismo no puede más que provocar a quien las contempla ese sentimiento de piedad que a todos, propios y extraños, envuelve. Como envuelve, a cualquiera que lo contemple, el rostro de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Patrón de la ciudad, lo que hace descubrir, al mismo tiempo, en nuestro interior, esa Verdad que el mensaje de Jesucristo entraña.
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